Santiago Coloma Romero: Muebles Restaurados
Santiago Coloma Romero: “Los muebles restaurados se adquieren
por una cuestión de estilo y también por su ventaja
ambiental”
Las piezas antiguas han disparado sus ventas, sobre todo por parte de los jóvenes, que buscan una alternativa ecológica combinada con historia
En plena pandemia, cuando las tiendas de muebles y
antigüedades cerraron su servicio cara al público, los propietarios y
comerciantes tuvieron que dar un giro a
sus estrategias comerciales. Se reinventaron
hacia las redes sociales e Internet y para su sorpresa, las ventas
superaron la de sus propios sitios web.
Los ecuatorianos buscaron espacios minoristas de muebles y restauración donde amueblar sus
hogares con iluminación, tapicería y textiles.
El
siguiente artículo, redactado por el carpintero Santiago Coloma Romero, explica el cambio
que ha supuesto la pandemia para los comercios y artesanos del sector de la
carpintería y la restauración.
El creciente
interés por los muebles antiguos
Existe una gran ola de consumidores que, en los últimos dos
años, ha estado comprando sofás de terciopelo de la década de 1970 y mesas de
campo francesas.
La pandemia ha creado una especie de ‘tormenta perfecta’ para el negocio de muebles usados y antiguos.
El tiempo en casa ha hecho que la gente anhele un nuevo
diseño. La remodelación del hogar y el movimiento constante de personas han
originado nuevos espacios para llenar.
Muchos consumidores están frustrados a la espera de una
cabecera y mesitas de noche que ordenaron hace meses y ahora están cada vez más
dispuestos a comprar sofás de segunda mano.
Las fuentes populares online de muebles antiguos de madera, y de segunda mano han disparado sus ventas.
La reparación de muebles es una opción
natural para reducir el desperdicio para aquellos consumidores preocupados por la sostenibilidad.
Las redes
sociales, las aliadas de los comercios de restauración
Los clientes más jóvenes, en particular, están descubriendo
que los elementos antiguos agregan
carácter a una habitación.
“Las antigüedades
existen desde hace mucho tiempo y tienen una durabilidad comprobada y un estilo
clásico”, comenta Santiago Coloma Romero.
La carpintería de Santiago Coloma Romero descubrió que el
aspecto de salvar el planeta de las piezas usadas es una fuerza impulsora
importante en el mercado. “Pasó de ser
una cuestión de estilo a ser también una ventaja ambiental”, explica Coloma
Romero.
Años atrás, las antigüedades requerían tener un automóvil
con baúl, pero las redes sociales
han hecho posible que otros se unan fácilmente a la búsqueda.
Instagram ya había ampliado el mercado para aquellos que
buscaban de forma remota piezas antiguas y vintage cuando llegó la pandemia y
muchos centros de antigüedades tuvieron que cerrar. El cambio llevó a los
consumidores a solo unos pocos mensajes directos de conseguir el carrito el puf
giratorio de los años 80 de sus sueños.
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